miércoles, 27 de junio de 2012

Detente

Detente ya. Porque aquí estoy, y no voy a moverme. Deja de trepar con tus pálidos pasos. Hazme el favor de hablar, o de callar para siempre. Define de una vez tu dudosa presencia, y dime si eres quien la experiencia imagina. Si te acompaña un gigante y a su fenómena sombra te ocultas, o es tal tu debilidad que no te dejas ver. Seas quien seas, y si estás allí nuevamente, detente.

lunes, 18 de junio de 2012

Suelta

Casi sin piedad y sin pausa, sus manos se encontraron sueltas en la inmensidad. Imprevistamente, ocurrió el fatal desenlace. La gravedad comenzó a sonreír mientras alguien, del otro lado, sufría. Una abismal caída sin rumbo se había iniciado. A una velocidad superior a todo lo conocido, y cada vez más lejos de la luna, su cuerpo y su alma recorrían millares de luces y sombras, hasta llegar quién sabe a qué sitio, a qué mundo. Su mano, abierta, una sola cosa sabía: al azar había sido soltada.

sábado, 2 de junio de 2012

¡Salta!

"Ven, ven hacia mí..." -le decía el insondable ser que habitaba allí, del otro lado del muro-. Atraído, y sin dejar de mirarlo, vislumbraba un confuso misterio que no lograba descifrar. "Has llegado hasta aquí, ya estás casi del otro lado, sólo a un salto..." -continuaba amistosamente desde su terreno-. Quedarse allí, viendo las hojas caer, o desbarrancar hacia lo inimaginable era su difícil decisión, mas su mirada seguía allí, clavada. "Salta, te daré mi mano y un cálido abrazo al bajar -le prometió- "...mas debes saber que a tu muro te será complejo retornar". Y allí nomás, sin pensarlo dos veces y acercándose al borde, saltó.