Fin de un día

El fin de un día que empezó horas atrás, y del que no fui testigo sino desde esta ventana de realidad. Entre gotas de sol y lluvia, entre sueños, vi las horas pasar. Ojos que no ven, corazón que sí siente. Ha sido el día de hoy, hasta mañana.

Haz

Cuando más necesitamos, ese haz de luz que nos hacía falta aparece para decirnos algo. ¿Qué nos quiere decir? ¿En qué lengua nos habla? Hay que instalarse cómodamente para recibirlo y poder entender su mensaje. Nadie dice que sea fácil, en las cosas difíciles también hay verdades. Y de la misma manera, en la más profunda oscuridad, habrá luz.

Las pequeñas cosas

Aún cuando todo parece ser monocromático, en un verde campo, en un cielo azul, en la arena blanca o en vasto mar, podemos agudizar nuestra mirada, reajustar nuestro punto de vista de tal manera que nos permita descubrir las diferencias.

Aquellas irregularidades, las cosas pequeñas, los nacientes brotes, insignificantes para quien observa cómodamente desde lejos, están allí, convirtiéndose en protagonistas de una nueva historia nunca contada.

Allí nace la originalidad, lo particular, lo meramente personalizado. Y esas pequeñas cosas que no aparecen a simple vista están allí formando el todo. Con un poco de esfuerzo, constancia y percepción podemos aproximarnos y sorprendernos con los resultados obtenidos. Algo está naciendo. Algo está por pasar.