
Como tú, que avanzas minuto a minuto sin que nadie lo perciba, que dejas tu huella en el sendero, que jamás marcharás hacia atrás, que le escapas al peligro extremo. Como tú que llevas sobre ti tu mochila, tu casa, tus problemas, pero también tu abrigo, tu origen, tu verdad... Que te orientas sin necesidad de que te marquen el camino. Que eres tan pequeño, que más pequeño aún formas inmensas playas. Como tú, que vacío ya de vida carnal aún existes, y llevas contigo el sonido del mar. Y que haces honor a tu sello en espiral, que se mire por donde se mire, siempre vuelve y vuelve a empezar.