
Mirando hacia un punto lejano, o no tan lejos quizás, pero hacia el mismo punto, se encuentran aquí sin que nada los perturbe. Nada de todo lo malo existe en este instante para ellos, ni el ruido de las calles, ni el correr del tiempo, ni el calor del asfalto, ni la negra nube de humo que despiden los vehículos de la ciudad. Todo en este instante para ellos se resume en ese punto, que no sabemos que es, pero podemos suponerlo, podemos imaginarnos en esa situación, y podemos hacerlo con más frecuencia de lo que creemos, y antes de lo que pensamos... mucho antes, muy pronto, antes de que pase nuestra hora.