Doscientos años, siendo y estando. Doscientos años mirando, viendo las cosas pasar, pero también haciendo. Que esta mirada de esperanza, de futuro pueda durar mucho más que este día de grandes festejos. Que esta larga bandera que se extiende por las calles de Buenos Aires, y estas manos tomadas puedan seguir aclamando a su paso libertad, y no se suelten ante el primer viento o cuando este aniversario termine. Que no se diluya el entusiasmo cuando pasen los días. Cae la noche, que no caiga con ella la unión del pueblo argentino.