Dícese de las sombras, que ellas representan o proyectan nuestros cuerpos físicos. Hay también quienes consideran que aquellas son una ausencia de luz, algo que impide su paso. Están quienes las agradecen por aplacar el agobiante fuego del verano, y otros que las defenestran por oscurecer aquello que quieren ver. Tanto se ha dicho de las sombras... pero de tanto decir y de tanto mirar hacia afuera, nadie ha tenido en cuenta que ahí, no muy lejos de sí, tendida en el suelo o trepando una pared, se encontraba la suya propia.
Sí, las sombras proyectan los cuerpos físicos, pero tienen la propiedad de cambiar de forma según la posición de la luz (solar, eléctrica o la que sea). Y este cambio hace volar la imaginación hasta límites insospechados, dándole significados personales, que no son más que el famoso "cristal con que se mira"... Así, una abuelita inválida, sentada en un sillón de ruedas y levantando sus brazos, puede llegar a ver - en su sombra proyectada en la pared - a una bailarina practicando su danza preferida. Hacer volar la imaginación es - al fin - una manera de ejercitar la libertad... Benditas sean las sombras!!...
ResponderEliminarQue lindo escrito para reflexionar!! Tambien el de mam!! Dejemos volar nuestras fantasias e imaginar que lo que sentimos se proyecta en una sombra!! Que obtendriamos de su refejo!?...abrazotes de luz y sombras...
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