¿Dónde están todos? ¿Dónde se han ido? Esta calle ha quedado vacía, desierta... Un pasaje, un atajo que alguna vez ha sido camino de muchos. Se han ido yendo, se han dispersado en el mundo. Han pasado palomas y fieras, y hoy sólo queda una luz, alumbrando adoquines que el tiempo ha querido ablandar, sin conseguirlo.
Adoquines que permanecen firmes, porque guardan celosamente historias secretas que ya no se develarán... Si se ablandaran, esos secretos saldrían a la luz, perdiendo de inmediato todo su encanto...
ResponderEliminarLos adoquines!!!
ResponderEliminarQue lindo, aún se ven por mi barrio.
Muy bueno Martín!
Los adoquines permanecieron firmes a lo largo del tiempo, las palabras se disiparon bajo la luz de la luna.
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