No ha dicho nada. Con su sóla presencia emana la paz y resistencia que debe tener el humano en esta tierra, muy digna de ser capturada por el ojo de la cámara. Ampliando su mundo interior y sin dejar de pertenecer al externo, podemos verla intacta en plena plaza del barrio porteño de Recoleta. Envuelta en fuertes tonos rojo fuego, su oscura y brillante piel se recorta sobre un fondo de verde naturaleza y árboles tupidos. Frizada en su equilibrio interno sigue a la espera de un sol que deberá bajar y una luna que saldrá a ocultarla hasta un nuevo día.
hermosa foto
ResponderEliminarque buenos colores...
Muy lograda. Emana armonía tanto de movimientos (rítmicos pero sutiles) como cromático, complementando su roja vestimenta
ResponderEliminarcon los distintos verdes del fondo. Por supuesto que el sol bajará y la luna beberá de su néctar para ofrecérselo al astro rey, al comenzar un día más.
Muy bueno el escenario.
Gigio
La implementación de colores fuertes, es lo que caracteriza esta fotografia!...
ResponderEliminarla postura delicada y sutil de las manos en forma de una ola que acaricia el cuerpo de esta hermosa señorita!...
magnifico recorte de la realidad!
sigue asi!...
León
Very good!
ResponderEliminar