Libre... libre de surgir, de permanecer y desvanecer. Te recibo, te aguardo y observo tu partida sin detenerla. Debo hacerlo. Lejos de ser árbol, lejos de ser materia, eres luz encendida, energía pura. En mi infinita memoria quedará grabado el recuerdo mágico de cada ocaso. Y cuando vea la luna entenderé por qué, allá en lo alto, brilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario